Texto y fotos de Salvador González Escovar.

Arbusto que puede sobrepasar los 2 m. de alto, muy ramificado, denso y de follaje blanquecino.

Floración abundante y vistosa, de color amarillo, parecida a las del género Teline, dispuesta a lo largo de las ramas floríferas, flores que sin embargo originan escasas semillas fértiles.

Es un endemismo palmero restringido a las cumbres que rodean la Caldera de Taburiente, entre lo 1.800 y 2.400 m.s.n.m., acompañando al codesar de cumbre, creciendo sobre suelos arcilloso-pedregosos muy sueltos, en el dominio del piso bioclimático supracanario seco y en lugares soleados.

Especie poco frecuente en su dominio potencial debido principalmente al pastoreo caprino de la zona hasta épocas recientes.

Texto y fotos de Salvador González Escovar.

Arbusto de hasta 1 m. de alto, muy ramificado. Hojas lanceoladas, enteras, coriáceas, el haz con pequeñas espinas de base ancha, y el envés glabro, de color verde-azuladas.

Inflorescencias de 15 a 20 cm. de largo, muy abundantes, llamativas y corola de color azul-violáceas, con el tubo del cáliz, espinoso, más largo que los lóbulos. Estambres igualando o superando ligeramente la longitud de la corola, y a menudo asimétricos. Florece normalmente en junio-julio, fructificando poco después.

Fructificación abundante en forma de cápsulas abiertas y marrones que portan varias semillas, muy fértiles, pudiendo también hibridarse espontáneamente con el Echium wildpretii ssp. trichosiphon, o tajinaste rosado de La Palma, ya que comparten hábitat en las cumbres de la isla.

Especie endémica y exclusiva de La Palma, distribuyéndose por los escarpes que bordean interiormente la Caldera de Taburiente, fisuras, pedregales en laderas inclinadas e igualmente en los riscos más abruptos de la parte exterior del parque nacional, como en la parte más elevada del Pinar de Garafía, lindando al norte de la Caldera de Taburiente, siempre en lugares luminosos y fuera del alcance de las cabras.

La disminución del pastoreo en la zona ha permitido el aumento de las poblaciones existentes en riscos casi inaccesibles, comenzando también a colonizar terraplenes pedregosos. La introducción del arruí supuso una amenaza extra de cara a la expansión de esta interesante especie de tajinaste.

Habita entre los 1.800 y 2.400 m.s.n.m. de forma natural, aunque puede verse cultivada en algunos jardines de la isla en zonas más bajas.

Texto y fotos de Salvador González Escovar.

 

Pequeño arbusto (antes Senecio palmensis) de hojas carnosas, lanceoladas con los bordes dentados

 

Inflorescencias densa y corimbosa, de color amarillo y capítulos delgados. Florece y fructifica en verano.

Especie endémica de las islas de Tenerife y La Palma, entre los 450 y 2.400 m.s.n.m., apareciendo por tanto en diversidad de ecosistemas, desde el piso bioclimático mesocanario superior y el supracanario, preferentemente en fisuras de acantilados y rocas, como en las paredes y crestas del Circo de las Cañadas del Teide, en Tenerife, y en las Cumbres de Garafía, cumbres de la Caldera de Taburiente, Barrancos de Las Angustias, de Fagundo, de Izcagua, del Jorado, Pico Bejenado, Pico Corralejo, Pico del Cedro y riscos interiores de la Caldera de Taburiente, en La Palma.

Puede llegar a ser frecuente localmente, pero más abundante en zonas de cumbres de Tenerife y La Palma que en cotas más bajas. No parece sufrir ninguna amenaza directa, aunque el coleccionismo o la inestabilidad geológica por derrumbamientos en algunos lugares donde se asienta pueden dañar sus poblaciones.

Texto y fotos de Salvador González Escovar.

Arbusto pequeño, más robusta y grande que la violeta del Teide, que puede alcanzar los 40 cm. de alto. Ramificación abundante.

 

Hojas pubescentes, alternas, simples, de color verde pálido y de forma ovalada.

Floración abundante con 5 pétalos violetas de más de 1 cm. de largo y con una mancha amarilla en el centro y con un espolón largo y delgado.Fructificación igualmente abundante en forma de cápsulas dehiscentes, de 3 valvas con varias semillas. Diseminación local buena.

Especie endémica y exclusiva de las cumbres septentrionales de La Palma, alrededor de las crestas del parque nacional de la Caldera de Taburiente, donde puede ser localmente abundante, sin que hasta el momento haya sido descubierta dentro de ese espacio protegido, y cuya población natural no parece verse afectada por el pastoreo, aunque una red viaria cercana y la contante afluencia de personas puede afectar a su conservación. Habita entre los 1.800 y los 2.400 m.s.n.m

Prefiere los lugares abiertos y soleados del codesar cumbrero, creciendo sobre pedregales arcillosos o fisuras de las toscas, en comunidades rupícolas del piso supracanario, tanto en basaltos o traquibasaltos conviviendo con los codesos y retamones cuando estos adquieren un porte bajo.

 

Texto y fotos de Salvador González Escovar.

 

El Marmulán (Sideroxilon canariensis) es un árbol pequeño perteneciente a la familia de las Sapotaceae, pudiendo alcanzar hasta los 8 metros de altura en condiciones favorables de suelo y humedad.

El tronco es delgado, erecto, de corteza algo rugosa y de color marrón claro. Tiene un follaje siempre verde, copa estrecha formada por unas ramas también erectas.

Las hojas son de borde entero, normalmente dispuestas formando ramilletes densos en el extremo de las ramas, hojas pecioladas, gruesas, coriáceas, de forma ovalada, con el ápice redondeado, obtuso a retuso, presentando una nerviación reticulada y nervio central bien marcado, y de hasta 11 cm. de largo (+ 1.5-2 cm. de peciolo) por 3-4 cm de ancho en las condiciones más favorables.

Las flores son pequeñas, aglomeradas en las axilas de las hojas, pediceladas, blanquecinas, con la corola pentalobulada con un tubo corto y los estambres algo más largo que la corola y 5 con sépalos sobrepuestos por los bordes.

El fruto es una baya de forma ovoide, carnosa, monosperma, de color negro-violáceo en la madurez, de aproximadamente 1 cm. De largo presentando una espina terminal.

Este arbolillo forma parte de los bosques termófilos, habitando entre los 300 y 600 m.s.n.m. en las vertientes norte, y entre los 400 y 700 m. en las vertientes sur de las islas donde sobrevive (La Palma, La Gomera, El Hierro, Tenerife, Gran Canaria y Fuerteventura), encontrándose de forma localizada, con poblaciones escasas en barrancos y riscos innacesibles, a salvo de la presión antrópica y por parte del ganado asilvestrado. La dificultad de su reproducción natural por semillas también contribuye a su rareza.

Texto y fotos de Salvador González Escovar.

El Algafitón de La Aldea es un arbusto pequeño con hojas compuestas imparipinnadas, hojuelas glaucas, bordes aserrados, con estípulas grandes, dentadas y lacinadas.

 

Flores monoicas, con las femeninas en la parte superior de la espiga y las masculinas por debajo.

 

Florece en verano y fructifica en septiembre-octubre, reproduciéndose bastante bien por semillas y esquejes.

 

Frutos en forma de pequeña nuez, cuadrangulado y dura, mayores, de hasta 5 mm., que en el pariente D. menendezii.

Es un endemismo muy raro de Gran Canaria, limitado a la región oeste de la isla, habitando entre los 300 y 500 m. de altura, con un hábitat de distribución muy restringido y muy pocas localidades conocidas.

 

Tiene carácter rupícola, creciendo en grietas de paredes rocosas basálticas, lo que contribuye a su conservación natural, a pesar de lo cual se encuentra en peligro de extinción, siempre en la zona alta del cardonal-tabaibal, frecuentemente acompañadas de chaorras, coles de risco y otras especies rupícolas.

Al igual que el Algafitón de Tamadaba, tiene gran interés científico desde el punto de vista evolutivo y biogeográfico.

Texto y fotos de Salvador González Escovar.

La adelfa o tabaiba de monte es una Euphorbiácea de porte arborescente, propia de las zonas más profundas y húmedas de los bosques de laurisilva, y que llega a alcanzar 10 metros de altura.

Tiene la corteza lisa y gris. Ramas largas y frecuentemente arqueadas, en cuyas puntas se agrupa el ramillete de hojas terminales, cuya forma es estrechamente lanceolada, de obtusas a agudas, con nervio principal bien marcado, y de color verde intenso por el haz, más apagado por el envés.

Inflorescencias también terminales y de forma paniculadas, poco vistosas.

Fruto en forma de cápsula grande y semilla con una carúncula sésil, en forma de plato.

Es endémica de Madeira y Canarias, reconociéndose en generalmente dos variedades.

En Canarias está presente de manera testimonial y sumamente rara en las islas de La Gomera, La Palma y Tenerife, estando por tanto en peligro crítico de extinción.

PALO BLANCO I

3 agosto, 2017

Texto y fotos de Salvador González Escovar.

El Palo blanco (Picconia excelsa) es un árbol de corteza blanquecina de hasta 10 metros de altura

Tiene las hojas opuestas, simples, enteras, obovadas o lanceoladas, glabras y coriáceas, bordes revolutos y de color verde oscuro.

Flores hermafroditas de color blanco pálido, pequeñas y agrupadas en racimos terminales.

El fruto es una drupa ovoide negra en la madurez de hasta 2 cm. de longitud.

Este árbol es un endemismo macaronésico que normalmente forma parte de los bosques de laurisilva, localmente dominante en las zonas inferiores del monteverde, apareciendo también en el fayal-brezal y en el pinar mixto. Pertenece a la familia de las Oleáceas, su reproducción resulta sencilla y en Canarias se distribuye por todas las islas a excepción de Lanzarote.

Texto y fotos de Salvador González Escovar.

El oro de risco es un arbusto alto, muy ramificado y deciduo de hasta 3 -5 m. de alto con flores amarillas grandes y hojas trifoliadas, cada hojuela tiene forma lanceolada o estrechamente ovada, de unos 5 o 6 cm. de largo.

Flores amarillas grandes, abundantes y llamativas, con líneas rojizas sobre el estandarte, floreciendo entre diciembre y enero.

Fruto en forma de legumbre grande, de color marrón claro al madurar aproximadamente en abril y mayo, indehiscente, con las semillas separadas por tabiques.

Es un arbusto raro de la zona media o baja, habitando entre los 200 y 800 m. de altitud sobre el nivel del mar. En ninguna de las 4 islas donde habita (Gran Canaria, Tenerife, La Palma y La Gomera) es abundante y solo es posible observar ejemplares aislados en zonas sometidas a actividades humanas como pastoreo y roturaciones, además la mayoría de las poblaciones están fuera de áreas protegidas, lo que pone en peligro su supervivencia.

Está ligada a los bosques termófilos de sabinas y acebuches y más raramente en zonas de transición a pinares secos en las vertientes meridionales.

 

Texto y fotos de Salvador González Escovar.

Este arbusto o arbolillo (Maytenus canariensis) recibe este nombre porque recuerda a un pequeño peral. Pertenece a la familia de las celastráceas y es un endemismo canario. Puede alcanzar los 5 metros de altura en condiciones óptimas de suelos ricos y con suficiente humedad. El tronco, bastante ramificado desde la base, posee una corteza rugosa de color gris claro con finos pliegues tranversales paralelos, largos y muy juntos. Brotes de ramas jóvenes de color rojizo. Las hojas jóvenes son de color verde pálido y verde oscuro las viejas, correosas, coriáceas, brillantes, de forma redondeada con ápice obtuso a retuso y borde algo serrulado o aserrado. Las flores son pequeñas, de color amarillo-verdoso pálido y abundantes alrededor de las ramitas formando inflorescencias cimosas. Frutos en forma de cápsulas globosas triloculares (se abren en tres partes al madurar o en los días de calor), de color verdoso o marrón claro, muy parecidos a garbanzos, que contienen varias semillas de color marrón-castaño, ovaladas, con un arilo (a modo de envoltura) blanco y lanudo, formando una copa basal.

 

El peralillo es un ejemplo de árbol de ambientes termófilos y de las zonas más bajas de los bosques de laurisilva, también en zonas bajas y medias de barrancos orientados a los vientos alisios, bastante más raro en riscos y barrancos orientados al sur y oeste, habitando entre los 200 y 800 m.s.n.m. En general se trata de una especie dispersa y poco común que se distribuye por todas las islas a excepción de Lanzarote. Su crecimiento es más bien lento, soporta bien las podas y su reproducción por semillas es algo difícil.