Texto y fotos de Salvador González Escovar.

La adelfa o tabaiba de monte es una Euphorbiácea de porte arborescente, propia de las zonas más profundas y húmedas de los bosques de laurisilva, y que llega a alcanzar 10 metros de altura.

Tiene la corteza lisa y gris. Ramas largas y frecuentemente arqueadas, en cuyas puntas se agrupa el ramillete de hojas terminales, cuya forma es estrechamente lanceolada, de obtusas a agudas, con nervio principal bien marcado, y de color verde intenso por el haz, más apagado por el envés.

Inflorescencias también terminales y de forma paniculadas, poco vistosas.

Fruto en forma de cápsula grande y semilla con una carúncula sésil, en forma de plato.

Es endémica de Madeira y Canarias, reconociéndose en generalmente dos variedades.

En Canarias está presente de manera testimonial y sumamente rara en las islas de La Gomera, La Palma y Tenerife, estando por tanto en peligro crítico de extinción.

VOLCÁN CHINYERO (TENERIFE)

28 septiembre, 2017

Texto y fotos de Salvador González Escovar.

Desde el pueblo de San José de Los Llanos, un sendero asciende hasta el Volcán Chinyero, la última erupción ocurrida en Tenerife, en el año 1909.

Al principio la senda transcurre por pinar mixto, para luego empobrecerse a medida que nos acercamos a la zona volcánica de la Montaña Negra, que es una oscura zona de lapilli, antesala del Chinyero, el cual se encuentra rodeado por sus ásperos y siniestros malpaíses situados un poco más arriba.

Al abrirse el pinar en la extensa piconera que rodea la Montaña Negra, el estratovolcán Teide-Pico Viejo luce en todo su esplendor, coronando este inmenso campo minado de volcanes que es la dorsal volcánica de Abeque, la cual se alarga hasta la base oeste del Pico Viejo.

Poco después llegamos al circuito senderista que rodea el Volcán Chinyero, pasando por extensas zonas de lapilli y por malpaíses vomitados por el desfigurado cono, sobre todo la vertical fachada oriental del cráter, y de esta manera andando sobre el terreno geológicamente más joven de Tenerife.

Estos volcanes y el pinar que va reclamando sus antiguos dominios, bosque que forma oasis vitales en medio de la desolación volcánica, constituyen una hilera de contraste entre el verde y el negro, a la vez que entre la vida y la destrucción, hilera que alcanza hasta la base del complejo Teide-Pico Viejo, edificio volcánico que se contempla formando una bella estampa detrás del Chinyero y de los ríos de lava petrificada que vamos pisando mediante un sendero bien marcado.

Texto y fotos de Salvador González Escovar.

El Montañón Negro y la caldera de los Pinos de Gáldar constituyen dos estructuras geomorfológicas bien conservadas, de gran singularidad e interés científico y representativas del volcanismo insular. Desde el punto de vista paisajístico, el Montañón Negro es una formación natural de gran belleza que domina y da carácter a la zona como elemento referencial.

El Montañón Negro es uno de los volcanes más recientes de Gran Canaria, alzándose sobre los Pinos de Gáldar, en la parte alta de la vertiente norte de la isla, a unos 1.616 m.s.n.m., diferenciándose de la Caldera de Los Pinos de Gáldar por el aspecto estromboliano, más fluido y menos explosivo que aquella, hecho que queda patente por la forma del cráter de la caldera.
Un sendero parte de Fontanales y asciende hasta dicha zona volcánica pasando por las verdes colinas de Pavón.