Texto y fotos de Salvador González Escovar.

El Montañón Negro y la caldera de los Pinos de Gáldar constituyen dos estructuras geomorfológicas bien conservadas, de gran singularidad e interés científico y representativas del volcanismo insular. Desde el punto de vista paisajístico, el Montañón Negro es una formación natural de gran belleza que domina y da carácter a la zona como elemento referencial.

El Montañón Negro es uno de los volcanes más recientes de Gran Canaria, alzándose sobre los Pinos de Gáldar, en la parte alta de la vertiente norte de la isla, a unos 1.616 m.s.n.m., diferenciándose de la Caldera de Los Pinos de Gáldar por el aspecto estromboliano, más fluido y menos explosivo que aquella, hecho que queda patente por la forma del cráter de la caldera.
Un sendero parte de Fontanales y asciende hasta dicha zona volcánica pasando por las verdes colinas de Pavón.